El culto a San Sebastián es muy antiguo, siendo invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión. Cantillana ha venerado a este mártir desde muy antiguo en su ermita, situada en el mismo lugar que el actual templo de la Soledad. Desde al menos el siglo XVIII se tiene constancia de que participaba en la procesión del Corpus Christi. Y por ser considerado Patrón de Cantillana, cada 20 de enero los cantillaneros acudían a pasar el día a los alrededores de la ermita, pasando posteriormente esta gira campestre a “los calderones” donde se estuvo celebrando la fiesta del Patrón hasta hace unas décadas.
La Hermandad de la Soledad anima al pueblo de Cantillana en general a que participe en estos actos para disfrutar de esta jornada de convivencia fraternal en la festividad de San Sebastián Mártir.