Sr. Arzobispo, muchas gracias por atendernos y acceder a contestar a estas preguntas que le planteamos con motivo de la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de la Soledad. ¿Cómo recuerda usted la primera visita que realizó a Cantillana? ¿Qué sentimientos le provocó ver por primera vez en persona a Ntra. Sra. de la Soledad?
He tenido ya ocasión de estar varias veces en Cantillana, presidiendo diversos cultos. Me impresiona el gran amor que Cantillana tiene a la Virgen María en las distintas devociones, y la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad, aparte de su belleza, nos conmueve porque nos acerca al dolor de María en la pasión de su Hijo, y nos recuerda la fidelidad de la Virgen a los planes de Dios y la fortaleza de su amor.
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La coronación canónica es un acto de alabanza y amor a María, significando que Ella es nuestra madre, porque así lo quiso Jesús en la cruz, y también es principio y modelo de todos los discípulos del Señor. Una coronación también ha de constituir un momento importante de renovación en la fe cristiana para todos los implicados, a través de la catequesis y la acción caritativa, que junto con los actos de culto conforman los ejes principales de las hermandades, y todo ello encaminado hacia el nuevo reto de la evangelización.
Ya son varias las Imágenes marianas que ha coronado desde que es arzobispo de Sevilla. ¿Qué siente al colocar la corona a la Madre de Dios reconociendo su realeza?
Lo central es la celebración de la eucaristía, y ante todo sentimos, como en cada misa, que estamos unidos a Jesucristo, y debemos permanecer en Él como el sarmiento se une a la vid, y como hizo María. Luego, cada coronación canónica es especial, y diferente, con sus propios matices y características, pero se siente una inmensa gratitud a Dios, que eligió a María como madre del Hijo y la colmó de los dones de la gracia del Espíritu Santo, para nuestra salvación. También resulta emocionante comprobar la gran alegría y devoción que manifiestan los fieles, y el cariño con que se preparan todos los actos.
¿Y qué implica para una hermandad coronar a su Imagen titular?
Debe ser un compromiso de acrecentar la formación de los hermanos, para ser buenos discípulos de Jesús, como María, y estar dispuestos a dar a todos razones de nuestra esperanza. Y un compromiso de evangelización, de anunciar a Jesucristo. Si amamos a la Virgen porque nos acerca a Ella la imagen de nuestra hermandad, tenemos que cumplir las palabras que Ella, en las bodas de Caná, dirige a los que están allí presentes: “Haced lo que mi Hijo os diga”. Es decir, la coronación debe hacernos mejores cristianos, mejores hermanos de la hermandad y miembros de la Iglesia.
Como ya he dicho antes, la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad nos acerca a la belleza de María, que es la llena de Gracia, porque en Ella resplandece la luz de Dios. Y nos acerca al dolor de María en la pasión del Señor, que Ella afronta con la fortaleza de su fe, y nos enseña a permanecer con Jesús en el monte Calvario. Por otra parte, la Soledad es la patrona de Cantillana, por lo que al contemplarla me acuerdo de todos los cantillaneros y rezo por todos, especialmente por las familias, por los jóvenes y por los enfermos.
¿Cómo valora el rico y variado programa de actos y cultos que la Hermandad de la Soledad está desarrollando a lo largo del Año de la Coronación?
Estoy agradecido a la Hermandad de la Soledad y a su párroco y director espiritual, D. Manuel, porque han ido siguiendo con diligencia las indicaciones que les he ido dando en los encuentros que hemos tenido desde que me solicitaron la coronación canónica. Es un programa bien pensado y preparado, poniendo el acento en la formación cristiana, con unos actos de culto que se armonizan bien con todo el sentido del programa, y una acción de caridad realista y comprometida.
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Desde aquí convoco a todos los cantillaneros para que, unidos a su patrona, se hagan presentes ese día, y muestren la fuerza y la vitalidad de su fe con este acto de devoción a la Virgen. La Eucaristía nos une a todos y nos envía a evangelizar, y la coronación es también ese envío misionero que el Señor nos hace a todos.
¿Cómo valora usted el amor y la devoción mariana de Cantillana?
En Cantillana la piedad popular es muy importante, y especialmente el amor a la Virgen en distintas advocaciones, que se celebran con gran devoción en distintos momentos del año. Tenemos que estar muy agradecidos a Dios por este don, y ser conscientes de que el amor a María nos lleva al amor a Jesucristo, de manera que nuestra vida diaria sea una permanente manifestación de nuestra fe cristiana y de la devoción mariana.
La coronación de la Soledad de Cantillana coincide en el año de la celebración del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular en Sevilla. ¿Tendrá algún papel Cantillana en la amplia programación de actos y cultos que se desarrollarán en el próximo mes de diciembre?
De Cantillana esperamos que muchos cofrades se inscriban y participen en el Congreso, para poder recibir y compartir todo lo que se va a vivir: los actos de culto, las ponencias y conferencias, las exposiciones y conciertos, etc. Ese es el principal papel que tenemos todos en el Congreso: participar, hacernos presentes y poder aprovechar esta oportunidad histórica que el Señor nos brinda.
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Nos unimos a las palabras del Sr. Arzobispo animando al pueblo de Cantillana a participar y disfrutar de esta semana que se nos presenta, caminando juntos como comunidad y pidiéndole a la Virgen de la Soledad que su coronación deje en nuestra memoria y en nuestro corazón una huella imborrable de este acontecimiento sin precedentes en nuestra localidad que vamos a tener la suerte de vivir.
