23/05/2024

EL ALTAR DE CULTOS DE LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD

La Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad, de cara a la Coronación Canónica de su venerada titular, en el comienzo de la celebración del Solemne Triduo de la Coronación ha querido estrenar un elegante altar efímero ejecutado para la ocasión. El mismo está realizado en madera tallada con acabados en plata y oro fino, formado en su mayor parte por piezas del siglo XVIII de ornamentación rocalla que se han restaurado y adaptado a este nuevo conjunto gracias a la labor realizada por Antonio López, José Naranjo y Gabriel Barranca. Este aparato de cultos, tal y como ha informado la Hermandad, servirá a posteriori para el altar del Septenario y se completa con seis grandes cartelas cuyos marcos están realizados con los antiguos respiraderos del palio sobre terciopelo carmesí, igualmente adaptados y plateados para esta nueva función decorativa, quedando integrados en ese altar especial de la coronación donde acoge la representación alegórica de las letanías marianas.

Los arreglos florales se componen de longiflorum, lilium oriental, rosas, delphinium, dendrantema, flor de arroz, spider y verdes ornamentales, de Floristería Antonio Payán. El Santuario presenta también unas guirnaldas decorativas de plantas aromáticas con banderas de Cantillana, al igual que el arco del presbiterio que se corona con una representación pictórica de la Coronación de la Virgen.

La Virgen de la Soledad estrena manto con bordados del siglo XVIII que han sido restaurados y pasados en el taller de José Benito Molero López y la saya llamada "del patronazgo" que estrenó en 2019 con bordados del siglo XIX y sobre la que luce una estola de terciopelo negro con antiguos bordados en oro. Lleva un tocado cuyo encaje fue regalado por la Hermandad de Ntra. Sra. de la Asunción, una réplica de la estrella de la diadema de la Divina Pastora, un rosario donado por la Hermandad de Ntra. Sra. del Consuelo, un pañuelo regalado por la Hermandad de la Soledad de Castilblanco de los Arroyos y la medalla de oro de la villa de Cantillana, entre otras joyas. Porta la Corona de Espronceda con canasto de 1922 y ráfaga del siglo XVIII.







Fotografías: J. Ángel Espinosa