En palabras Manzano, la imagen se encuentra en "un deficiente estado en cuanto a su estructura interna, así como con deficiencias en su policromía". Se estima una duración de los trabajos de intervención de diez meses aproximadamente y consistirá en "la consolidación de toda la estructura interna, la eliminación de elementos metálicos como clavos, la eliminación de repintes, barnices y suciedad de la policromía; una nueva base o peana para afianzar la estabilidad de la imagen que contará con unas cogidas exteriores para los traslados en privados del Señor. Nuevo mecanismo de articulación de los brazos y recuperación del movimiento en los hombros; nueva forma de cogida de la cruz y nuevos sistemas de sujeción de las potencias y corona de espinas. También se procederá a la digitalización en 3D para garantizar la conservación de la imagen de cara al futuro."
Según ha informado la hermandad en sus redes sociales, estos trabajos suponen "una actuación necesaria que vendrá a subsanar el deterioro que a lo largo del tiempo ha sufrido una imagen atribuida a Pedro Roldán o a su círculo en la segunda mitad del siglo XVII que destaca por su excelente calidad artista, así como por la gran devoción que despierta entre todos los cantillaneros".
Por otro lado, también fue aprobado por unanimidad la recuperación de la función religiosa cada 3 de enero, Festividad del Dulce Nombre de Jesús, pretendiendo ser incluido en las reglas de la hermandad junto a un besamanos al Nazareno de San Bartolomé.