El próximo viernes, Cantillana está citada con su historia, ya que ante el actual estado de sequía que sufren nuestros campos, el Cristo de la Agonía saldrá en procesión de rogativas implorando por la lluvia: es lo que marca la tradición.
Históricamente, nuestro pueblo (al igual que muchos de su entorno) ante el sufrimiento de alguna calamidad o necesidad, ha recurrido a sus imágenes devocionales en las que se depositaban sus intenciones o plegarias. Es por ello por lo que los creyentes, cofrades y devotos de nuestro pueblo, volveremos a implorar al Cristo de la Agonía la presencia de la lluvia. Y es que nuestra tierra atraviesa, en estos momentos, uno de los episodios de sequía más acusados de su historia reciente pues habría que remontarse treinta años atrás para vivir una etapa semejante, a pesar de las moderadas lluvias de estas últimas semanas. Sin embargo, las previsiones no son nada halagüeñas ya que estamos a las puertas del verano.
Sería allá en 1981 cuando, a petición del pueblo, el Cristo de la Agonía saliera por última vez en rogativas por la lluvia, esto es, hace más de cuarenta años. En aquella ocasión, el crucificado fue llevado a hombros de los devotos desde la ermita de la Soledad hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, para la celebración de un triduo de rogativas, regresando posteriormente a su retablo habitual.
En esta ocasión, será el próximo viernes 2 de junio, a partir de las 19:00 h., cuando la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción con su párroco al frente organice la procesión de rogativas con la imagen del Cristo de la Agonía: desde el Santuario de Ntra. Sra. de la Soledad hasta la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción para celebrar la Santa Misa, con el correspondiente regreso al santuario de la Patrona. El párroco, D. Manuel Martínez Valdivieso ha venido anunciando este acontecimiento en las distintas misas celebradas en estos días, invitando a toda la comunidad parroquial y, muy especialmente, a agricultores, labradores y ganaderos, en definitiva, a la gente relacionada con las labores del campo.
La venerada imagen del Cristo de la Agonía procede del antiguo Convento de San Francisco, desde donde llegó a la Ermita de la Soledad en los años siguientes a la Guerra Civil. Cuenta con una antigua y acendrada devoción entre los cantillaneros. Se trata de una de las imágenes más antiguas de nuestro pueblo, siendo de autor desconocido y de procedencia americana.
A pesar de no tratarse de un acto de hermandad sino parroquial, nos hacemos eco de esta noticia por su interés histórico y cultural, haciéndonos partícipes de este hecho al que estamos invitados todos los cantillaneros.